
Chile lidera la generación de residuos sólidos en Latinoamérica, con 16.9 millones de toneladas anuales, y ni siquiera llega al 10% en la recuperación de los desechos que deberían ser reutilizados. Es así, como se une a España, EEUU, Portugal, México, Lituania o Grecia, que politizan la situación y se privan de inculcar los valores ecológicos dentro de sus territorios. Sin embargo, la Cultura del Reciclaje se empieza a retratar en las voces de los jóvenes latinoamericanos, quienes serán los agentes de cambio en busca de un futuro idóneo para la Tierra.
En lo que va del 2013, se han creado innovadoras propuestas a destacar. Por ejemplo, en Ecuador se gestó una iniciativa llamada “Con mis manitas limpio mi Ciudad”, en la que los niños de preescolar fueron los protagonistas en ayudar a la Pachamama. Durante un mes los estudiantes recibieron charlas sobre educación ambiental, junto a la colaboración de las brigadas conservacionistas de sus colegios. También, se instaló un contenedor de elementos reciclables, para que los muchachos depositaran los residuos, y conocieran el valor de las 3Rs. Finalmente, los infantes plasmaron sus manos en un muro que recuerda el aprendizaje ecológico recibido.
En Colombia, se produjo una campaña de reciclaje denominada “Papel Planeta”, en la que participan más de 150 escuelas, buscando impulsar el uso racional de la legendaria pulpa de celulosa, que se obtiene talando miles de árboles en la Amazonía. Lo interesante, es el sentido integral del programa, pues colaboran los estudiantes de primaria y secundaria, los profesores, los padres de los alumnos y el cuerpo directivo de los planteles. Todos pretenden ahorrar el uso del papel que se consume en las aulas de clases, oficinas y hogares, cada vez que se decide fotocopiar, imprimir o comprar materiales impresos que podrían visualizarse desde el monitor y discutirlos en trabajos de equipo, sin necesidad de pasarlos a formato físico. La meta final es reciclar 500 toneladas de papel y sembrar 40 mil árboles en suelo cafetero.
En Argentina, se desarrolla el proyecto llamado “Más reciclaje, más Vida”, que es conllevado por la Unión de Usuarios y Consumidores argentinos, en alianza con la asociación Rock & Vida, para que la gente conozca las ventajas del reciclaje en áreas urbanas y se atrevan a contribuir con el progreso del planeta Tierra. La iniciativa afirma que con un mínimo esfuerzo, se pueden lograr grandes resultados, por lo que invita a que las personas reciclen tapitas de gaseosas, latas de aluminio, diarios, radiografías, baldes de pintura previamente higienizados, y demás materiales que son entregados en puntos de recolección provistos por el proyecto. Nos parece una alternativa ecológica y bien intencionada, que se adhiere a la cotidianidad de las comunidades, permitiendo mejorar nuestra relación con el Medio Ambiente.
En Perú, finalizó la campaña designada “Reciclar para abrigar”, que tuvo el objetivo de instaurar una verdadera Cultura de Reciclaje en la ciudadanía, mediante el apoyo solidario a las personas que sufrieron de la ola de frío que azotó al país sureño. El objetivo humanitario consistió en donar frazadas hechas con botellas de plástico “PET”, principalmente a los niños y adultos de la tercera edad que sufrieron los embates de la Naturaleza. A su vez, se lanzó el concurso “Esto no es Basura”, que motiva al colectivo peruano a reciclar y explotar el ingenio para darle una utilidad práctica a los desechos domésticos.
En Bolivia se presentó la iniciativa ambiental “Yo Reciclo”, que buscaba implementar con empeño la educación ambiental en las calles bolivianas, en medio de las celebraciones por el Día Mundial del Reciclaje. Para tal fin, se movilizaron más de 400 personas quienes contaban con el conocimiento ecológico necesario, para encarar a los habitantes de La Paz, Cochabamba, Santa Cruz y Tarija, en busca de difundir la importancia de adoptar el reciclaje comunal. Esas acciones ambientalistas deben fomentarse, porque se inmiscuyen en la realidad que cotejan los ciudadanos, y permiten que la gente exprese las dudas e inquietudes sobre temas conservacionistas. Tras aprender el valor del reciclaje, los individuos crean un efecto multiplicador al compartirlo con sus amigos, vecinos y colegas.
En México, se sigue realizando el “Reciclatrón”, que son jornadas de acopio de residuos electrónicos, en los que las personas pueden llevar aparatos usados o dañados, como computadoras de escritorio, equipos de audio digital, cintas de VHS, teléfonos celulares obsoletos, cargadores de baterías alcalinas, etc. Ya se han realizado varios eventos en suelo azteca, buscando crear conciencia socio-ambiental en los ciudadanos, y así evitar la acumulación de basura tecnológica. Los artefactos eléctricos son desarmados para reutilizar los componentes, y llevados a empresas que los aprovecharán en nuevos productos. Estas iniciativas tienden a efectuarse los fines de semana, para que el poder de convocatoria ambiental abarque a todos los habitantes.
En Venezuela, se edifica el “Plan Piloto de Reciclaje”, visto como una estrategia ambiental que unifica el compromiso del Ministerio de Ambiente, Educación e Industrias, para promover el eco-socialismo dentro de la patria bolivariana. Los estados de Nueva Esparta, Miranda, Anzoátegui, Carabobo, Aragua, Zulia y Distrito Capital, ya encabezan la misión de acrecentar la práctica del reciclaje en el territorio criollo. Recientemente se inauguró en el estado Miranda, un Espacio Ecológico ubicado en la sede del Instituto Nacional de Tránsito Terrestre (INTT), que busca estimular la Cultura del Reciclaje, a través del ahorro de papel y la conservación del Medio Ambiente. La infraestructura del lugar, se construyó a partir de elementos fabricados con materiales reciclados.
Cabe aclarar, que existen países que encienden la luz de esperanza en el mundo del reciclaje. Por ejemplo, Brasil es líder en la recolección de embalajes de agrotóxicos, en la reutilización de envases plásticos, y viene siendo pionero en el reciclaje de neumáticos, que se transforman en asfalto, ductos, pisos y hasta en combustible alternativo. Mientras que Guatemala, es la nación centroamericana que más recicla vidrio, a diferencia de Nicaragua que ostenta el menor índice de material reciclado. Por otro lado, en julio de 2013, la ciudad colombiana de Bucaramanga, decretó la obligatoriedad por parte de la ciudadanía, en separar y recolectar selectivamente los residuos domiciliarios. Lo resaltable, es que aunque la acción legal tiene un fin pedagógico dentro de las comunidades, puede llegar a castigar con sanciones económicas a las personas que incumplan la ley.